El ODS 5 pretende lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas. Cada vez hay más mujeres que emigran de forma independiente, lo que a veces se denomina la "feminización de la migración". La migración puede ser una fuente de empoderamiento para las mujeres, ya que les ofrece acceso a la educación y a las carreras profesionales, permitiéndoles obtener altos ingresos, disfrutar de más autonomía y mejorar su estatus y participación social y económica. Las investigaciones también revelan que las mujeres migrantes, por término medio, a pesar de ganar menos que los hombres, suelen enviar más remesas a sus hogares y comunidades de origen.
Por otra parte, las mujeres migrantes se enfrentan a una serie de vulnerabilidades debido a las múltiples e interrelacionadas formas de discriminación que pueden sufrir en las comunidades de origen, de tránsito y de acogida. Por ejemplo, las mujeres siguen constituyendo la mayor parte de las víctimas de la trata identificadas (alrededor del 65% en total, con un 46% de mujeres y un 19% de niñas). Aunque el ODS 5 se refiere generalmente a las mujeres y las niñas, la igualdad de género también incluye a las minorías de género y a las personas LGBTIQ+. Los migrantes de todos los géneros son actores cruciales del desarrollo, con experiencias específicas y contribuciones potenciales a nuestras sociedades.
Pero los vínculos entre el género y la migración no terminan ahí. Son específicos del contexto, pero también suelen ser transversales con otros ámbitos sectoriales como:
- Educación: El acceso pleno e igualitario a la educación primaria, secundaria y terciaria, así como a la formación profesional y de competencias, puede capacitar a las mujeres y niñas migrantes para acceder a un trabajo decente y participar plenamente en la sociedad. (En consonancia con los ODS 4 y 10)
- Empleo: Las trabajadoras migrantes suelen trabajar en sectores informales o no regulados, enfrentándose a mayores riesgos de acoso o explotación sexual. Su trabajo, incluido el trabajo doméstico y de cuidados, debe formalizarse para proteger sus derechos y condiciones laborales seguras. (En línea con el ODS 8)
- Medio ambiente y cambio climático: Los impactos desproporcionados del cambio climático sobre las mujeres pueden obligarlas a migrar en busca de medios de vida en otros lugares, por lo que las estrategias de reducción del riesgo de desastres y de resiliencia climática deben tener en cuenta tanto el género como la migración. (En consonancia con el ODS 13)
- Salud: Las niñas y las mujeres migrantes pueden ser especialmente vulnerables a los resultados negativos en materia de salud. Las normas de género pueden hacer que las personas de todos los géneros sean reacias a acceder a los servicios de salud, incluida la atención a la salud sexual y reproductiva, ya que estas normas podrían dar lugar a abusos por parte de la pareja, a la discriminación o ser interpretadas como un signo de debilidad. (En línea con el ODS 3)
- Gobierno: Las personas de todas las identidades de género deben estar representadas de forma equitativa en las instituciones de gobierno, para garantizar que las políticas y estrategias respondan a las necesidades de los migrantes de las minorías de género. (En consonancia con los ODS 16 y 17)